El pasado mes de septiembre realizamos una visita a la salina San Vicente, la única que queda en la localidad de San Fernando (Cádiz), centro neurálgico de la actividad salinera en el sur de España. La salina es una de las pocas que van quedando en toda la Bahía de Cádiz y funciona desde la época romana sin interrupción.
Desde la misma carretera se pueden ver las naves de cristalización.
Entramos en la salina.
Lo primero que vemos es la casa salinera a nuestra derecha.
A la izquierda de la casa vemos este cartel de Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
Un antiguo molino de sal que continúa funcionando.
Esta barcaza, heredera del candrai, transportaba la sal de las salinas del interior.
A través de estas pequeñas "compuertas" entra el agua a las naves de cristalización.
Nos trasladamos a otra zona de las salina donde hay mas cristalizadores
Si nos fijamos detenidamente en los lucios vemos una nube de diminutos "camarones".
Usamos el zoom para ver mejor las artemias
Fin de la visita.
Desde la misma carretera se pueden ver las naves de cristalización.
Entramos en la salina.
Lo primero que vemos es la casa salinera a nuestra derecha.
A la izquierda de la casa vemos este cartel de Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
Nos recibió su director D. Manuel Ruiz Román, cuarta generación de la familia Ruiz que han trabajado estas salinas, que amablemente nos atendió a pesar de no haber concertado ninguna cita previamente.
Comenzamos junto a la explanada conocida como "salero", donde se almacena la sal obtenida en la recolección, formando grandes pirámides. La salina ocupa una superficie de 25 ha. y tiene una producción anual en torno a las 1000 toneladas de sal virgen y a 20 de flor de sal.
Un antiguo molino de sal que continúa funcionando.
El caño de alimentación que surte de agua a la salina. Es un brazo del caño de Sancti-Petri, principal arteria de agua de mar que con una longitud de 18 km separa las localidades de Chiclana y Puerto Real del tómbolo donde se asientan San Fernando y Cádiz.
Compuerta de marea, cuyo misión es facilitar la entrada de agua del caño de alimentación al estero o zona de almacenamiento.
Esta barcaza, heredera del candrai, transportaba la sal de las salinas del interior.
A nuestra izquierda tenemos la zona de almacenamiento o estero. Aquí además de almacenar el agua también se produce la despesca tradicional con copo de red. El estero queda separado o aislado del caño principal o de alimentación por un camino o muro llamado "vuelta de afuera", que marca el perímetro de la salina y es el punto mas alto. El resto va hacia abajo para que el agua vaya circulando por caída tradicional.
Aquí vemos una parte de la estructura salinera, la llamada zona de evaporación, que consta de tres zonas diferentes, denominadas lucio, vuelta de retenida, periquillo y vuelta de periquillo, formando un laberíntico circuito de canales estrechos y poco profundos que hacen circular lentamente el agua del mar procedente del estero o zona de almacenamiento. Su función es la de producir su calentamiento antes de entrar en la zona de cristalización.
Aquí vemos los cristalizadores y la vuelta de periquillo donde se produce el último calentamiento antes de la cristalización o evaporación.
A través de estas pequeñas "compuertas" entra el agua a las naves de cristalización.
El color rojizo del agua se debe a la existencia del alga Dunaliella que es una gran productora de carotenoides, especialmente el beta-caroteno. El alga sirve de alimento a un pequeño "camarón" de 3 mm llamado artemia y que veremos mas adelante.
Formación de sal en la orilla de los cristalizadores
Nos trasladamos a otra zona de las salina donde hay mas cristalizadores
"Iceberg" de sal
La precipitación se produce a los 25,5º de salinidad y lo hace de dos formas. Una es formando manchas marrones que son sulfato de cal y la otra como cloruro sódico (Cl Na) que es la única que se aprovecha.
Estas sales se caracterizan por su composición natural. Contienen menos cloruro sódico que las sales industriales y un 6% de de muchos micro y oligonutrientes como el Magnesio, Potasio, Calcio, Hierro y Yodo, entre los más importante. Todos son elementos naturales, no añadidos, indispensables para el buen funcionamiento de nuestro organismo. La presencia de estos se debe a la técnica tradicional de producción que no incluye el lavado industrial responsable del empobrecimiento de la calidad alimentaria de la sal natural.
La sal cristaliza de dos formas: una en el fondo como sal sólida y otra en la superficie formando un delgada lámina de 1 mm de grosor, que es la llamada flor de sal. Cuando realizamos la visita no la pudimos fotografiar porque para su formación se tienen que dar una serie de factores ambientales. Para ello el agua tiene que estar en calma total y por la tarde soplar un viento suave de levante o poniente. Entonces se va formando la delgada lámina de la flor de sal o flor de hielo, recogiéndose con una especie de espumadera gigante, dejándose secar 48 horas antes de procesarla.
Si nos fijamos detenidamente en los lucios vemos una nube de diminutos "camarones".
Son las artemias, un crustáceo branquiópodo de 3 mm que vive en aguas muy salobres. Se alimenta del alga Dunaliella y coge un color rojo intenso debido al caroteno de dicha alga. Estas artemias son comidas por los flamencos.
Usamos el zoom para ver mejor las artemias
El tamaño de la artemia es de unos 3 mm y su huevo es el caviar para los alevines o crías de peces. El kilo de huevos de artemia llega a costar 1200 euros.
Fin de la visita.
Un reportaje estupendo, y mejores fotos. No sabía que quedaba una sola salina en Sar Fernando, pensaba que había muchas, es una lástima que se vayan perdiendo esos tesoros tradicionales.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Otra lección magistral. Que maravilla. Gracias.
ResponderEliminarSabía de la existencia de esta Salina por la zona de la Barriada Bazán, enfrente, pero no sabía que estuviese tan cerca del Puente de la Carraca, que se ve en las fotos.
ResponderEliminarPablo - Cádiz
Excelente reportaje, en verano tuve la oportunidad de visitar la salina San Vicente y la suerte de ser recibida por el Sr Manuel quien amablemente nos hizo una visita guiada por la salina... Todavía estoy disfrutando la sal que les compre
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