Ruta circular por el pinsapar de Yunquera y el Quejigal de Tolox con subida al Peñón de los Enamorados, compartiendo tramos de los senderos locales Caucón - Tajo de la Caína, Caucón - Peñón de los Enamorados y Puerto Saucillo - Torrecilla.
El Pinsapar de Yunquera el más extenso de la Serranía de Ronda (y del Mundo), se extiende en su mayor parte por el monte público de Yunquera, popularmente llamado el Pinar. Se desarrollan entre 1000 y 1600 m. con una abundancia máxima a 1300 m.
Su regeneración y expansión ha sido espectacular. Tanto la densidad de individuos actual (del orden de 50m2/ha) como la rapidez con que ésta se ha alcanzado (desde menos de 500 has hasta 1100 has en 40 años) (Ruiz de la Torre et al. 1994).
Sus bosques mas conocidos son el de Bellina, Cuesta de los Hornillos, Chaparrera, Saucillo, Cuco, Cubero, Los Lajares, Cerro Millán, Juanisco Huelva, Alhucemar, Era de los Gamones y Hoyo de las Colmenas. Algunos crecen asociados a pinares de repoblación.
CARACTERÍSTICAS DE LA RUTA
| |
Fecha | Primavera de 2018 |
Pueblos cercanos | Yunquera (Málaga) |
Paraje, Parque... | Parque Natural Sierra de las Nieves |
Comienzo | Mirador del Caucón o de Luis Ceballos (Málaga) |
Final | En el punto de inicio |
Distancia aprox. | 15 km |
Tiempo | 7 horas (con paradas incluidas) |
Altura máxima, altura mínima, | Altura punto de inicio y final: 1.100 m. Altura máxima: 1.777 m. (Peñón de los Enamorados) |
Dificultad | Media |
Trazado | Circular |
Track | Descargar aquí |
Tras conducir unos 5 km por la polvorienta pista llegamos al Mirador del Caucón o de Luis Ceballos, situado sobre un depósito de agua camuflado, utilizado para la lucha contra incendios.
Luis Ceballos y Fernández de Córdoba, fue Ingeniero de Montes y está considerado unos de los primeros y principales Naturalistas de nuestro país. Fruto de sus investigaciones en las provincias de Málaga y Cádiz son dos de sus obras maestras, el “Estudio sobre la vegetación forestal de la provincia de Cádiz. Mapa forestal de esta provincia”, publicado en 1930, con Manuel Martín Bolaños y el “Estudio sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Málaga y Mapa forestal de esta provincia”, en 1933, con Carlos Vicioso.
Luis Ceballos siempre tuvo presente la importancia capital de los bosques en España y su regeneración, Solía utilizar a veces la frase “el bosque es una población vegetal y no un ejército de árboles”. En 1966, poco antes de morir, Luis Ceballos publica su obra cumbre, el Mapa Forestal de España, de contenido exclusivamente cartográfico.
A pocos metros vemos una bifurcación. Nuestra ruta comienza por el sendero Caucón-Tajo de la Caína pero el regreso lo haremos por el de la derecha, Caucón-Peñón de los Enamorados.
El camino transcurre en suave bajada hacia la cañada de los Zarzalones, situada en la cabecera del arroyo del mismo nombre. La masa boscosa que se extiende ante nosotros es el Pinsapar de los Lajares, llamado así por la especial disposición, a modo de lajas o losas, que presenta el substrato calizo sobre el que se asienta.
En el siglo XIX este monte estaba cubierto de vides. Aun es posible ver restos de aquellas terrazas. Cuando la filoxera las hizo desaparecer solo quedó matorral bajo, que era aprovechado por el ganado cabrío. Con las migraciones de los años 60 se detuvo la presión ganadera y, junto a la nueva política ambiental de regeneración y repoblación forestal, el pinsapar fue ganando terreno hasta convertirse hoy en lo que contemplamos.

En el siglo XIX este monte estaba cubierto de vides. Aun es posible ver restos de aquellas terrazas. Cuando la filoxera las hizo desaparecer solo quedó matorral bajo, que era aprovechado por el ganado cabrío. Con las migraciones de los años 60 se detuvo la presión ganadera y, junto a la nueva política ambiental de regeneración y repoblación forestal, el pinsapar fue ganando terreno hasta convertirse hoy en lo que contemplamos.
El pinsapo o abeto andaluz ha sido considerado desde su descubrimiento como la especie mas antigua entre los abetos mediterráneos. Es una reliquia viviente de los abetales primitivos que colonizaron nuestras latitudes. Es un árbol que puede alcanzar los 30 m. de altura y las hojas aciculares pueden vivir hasta 15 años. La hojas se unen al tronco de forma casi horizontal adquiriendo forma de cruz o candelabro, por lo que se cortaron en épocas pasadas para su utilización en procesiones y actos religiosos.
En la actualidad, en toda Europa, únicamente crece de forma natural en tres pequeños núcleos: Sierra de las Nieves, Sierra de Grazalema y Sierra Bermeja, así como en pequeñas masas de Sierra Canucha y Sierra Cabrilla.
La primera descripción del pinsapo fue realizada en 1838 por Edmond Boissier en la Sierra de las Nieves:, que describió con estas palabras su hallazgo: "Al fin soy lo bastante afortunado como para encontrar uno (pinsapo), cuyas ramas superiores está cargadas de piñas tiesas. Nos apresuramos a trepar para cogerlas, y ya no nos queda duda sobre el género de este árbol singular. Era ciertamente un Abies, vecino de nuestro abeto blanco. El principal objetivo de nuestra excursión estaba logrado..."
Los conos, piñas o inflorescencias femeninas, de color verde claro, tienen forma cilíndrica y una longitud entre 10 a 16 cm. Florece entre los meses de abril y mayo, mientras que las piñas maduran en septiembre u octubre e inmediatamente diseminan sus semillas.
Las inflorescencias o conos masculinos tienen forma ovoide, con una longitud de 1 a 1,5 cm, de color rojo oscuro o pardo y que en su madurez sueltan gran cantidad de polen.
Afloramiento de calcita.
Llegamos al mirador de la "Era de los Gamones", lugar en el que podemos distinguir los restos de una antigua era utilizada para trillar el grano.
Desde el mirador vemos el Cerro del Cuco, Cerro del Picacho y la cara opuesta del Tajo de la Caína al que ahora iremos.
Volvemos al sendero y continuamos .
Alguien podría confundirla con algún tipo de avispa o abejorro pero es una mosca, la Volucela zonaria o mosca de las flores, una de las de mayor tamaño. Aquí la vemos sobre la flor de una Thapsia villosa.
Llegamos al Mirador del Tajo de la Caína. Cuenta la leyenda que, una señora de nombre Caína y de escandaloso comportamiento fue juzgada y condenada por la inquisición a ser quemada. Después de un largo proceso, se decidió que la mujer cuyo nombre era el femenino de Caín, no podía ser ajusticiada de cualquier manera. El alto clero propuso que fuera despeñada por dicho tajo para escarmiento y enseñanza del resto de habitantes de Tolox y Yunquera.
La cornisa situada bajo los tajos se extiende a ambos lados.
Primero nos desplazamos un poco hacia la izquierda para obtener otras vistas de este paraje.
Frente a nosotros, al otro lado de la Cañada de las Carnicerías, vemos los Tajos de Froncaire, el Cerro de los Valientes, Picacho de Fatalandar y la Colailla del Tejo.
Regresamos al mirador y continuamos por la cornisa.
La fuente del Tajo de la Caína.
Desde aquí tenemos mas cerca los Tajos de Froncaire.
Regresamos de nuevo al mirador y al sendero que nos llevará a la zona alta del Tajo de la Caína.
Cerastium gibraltaricum
Yunquera, Sierra Cabrilla y Sierra Prieta.
Aun no estamos en todo lo alto. El camino asciende hacia el Puerto de la Perra.
Sedum mucizonia
Sedum acre
Llegamos al Puerto de la Perra.
Por encima de los tajos tenemos mejores vistas que desde el mirador.
Restos de una era recuperada por la Red de Voluntarios del Parque Natural en marzo de 2010. La vida en la sierra era muy dura. Sólo se practicaba una agricultura de subsistencia debido a las dificultades orográficas, la pobreza del suelo y el clima adverso. El cereal, principalmente trigo, se sembraba en terrenos que actualmente ocupa el pinsapar. Esta forma de vida ha dejado claras huellas en el paisaje; desde la forma de aprovechar el terreno, como los bancales de cultivo y sus muros, hasta curiosas construcciones como las eras.
Las eras son espacios empedrados circulares situados en un lugar aventado. Aquí los agricultores traían los haces de cereal y legumbres de las zonas cercanas para ser extendidas formando la parva. Para trillar se usaba el trillo, instrumento de labranza consistente en una tabla de madera con piedras o cuchillas de acero incrustadas en una de sus caras y que era tirada por caballerías. Los trillos separaban la semilla de la envoltura.
Finalizada esta tarea comenzaba la de aventar. Se trataba de lanzar hacia arriba, con horcas, la mezcla de semillas y paja, para que el viento las separase por su diferencia de peso. Este es el motivo por el que las eras siempre se construían en lugares airados.
Aquí parece que pudo haber otra era.
Manzanilla (Chamaemelum fuscatum)
Bajamos para entrar en la Cañada de la Perra.
El pinsapo de la Perra, incluido en el catálogo de árboles singulares de Andalucía. Increíble pinsapo que presenta formas atípicas para su especie; su fuste es corto y se bifurca en dos ramas, de una de ellas parten a su vez otras tres, como si fuera un candelabro retorcido.
Dejamos el pinsapar y entramos en el Quejigal de La Perra, que se compone de una especie única en su distribución mundial, el quejigo de montaña (Quercus alpestris), que crece en la franja altitudinal de los 1.600 a los 1.800 metros de altitud. Este taxón está restringido pues, a las altas cumbres de la Sierra de las Nieves.
La masa de Quercus alpestris está formada por unos cien individuos con una altura media de 10 metros.
En el Quejigal de la Perra destaca un ejemplar con más de 3,50 metros de perímetro de tronco medidos a 1,30 del suelo.
El abuelo de estos quejigos.
Subimos.
Alcanzamos el Puerto de las Boas.
En esta amplia meseta del Puerto de las Boas crece el Quejigal de Tolox.
Aquí hay un cartel que nos indica que este sendero nos llevaría al Peñón de los Enamorados o al Torrecilla y Quejigales, según la variante que elijamos mas adelante.
Aun queda un buen tramo de sendero común para ambas opciones.
A la izquierda vemos el macizo del Torrecilla y mas abajo el pinsapar de Froncaire en la cabecera de la Cañada de las Carnicerías.
Panorámica de 180º
En el Puerto de la Chaparrera el sendero desciende para ir cruzando un sucesión de dolinas con pequeñas concentraciones de quejigos de montaña.
Cruzamos la Cañada de las Grajas.
El agua que cae en estas dolinas forman arroyos tributarios de la Cañada de las Carnicerías.
Otro cartel que nos indica lo mismo que el anterior.
Un joven y aislado ejemplar de pinsapo.
El mismo pinsapo en una ruta anterior con nuestros amigos y que no llegué a publicarla por falta de tiempo.
Al fondo vemos el Cerro Alto.
Subimos por la cañada.
Llegamos a un cruce donde hay un cartel que no tiene nada que ver en este sitio. El que lo puso aquí debió ser todo un portento 🤓. Aun queda aproximadamente 1 km para el final de dicho sendero.
Aquí marco con un círculo rojo en la esquina inferior izquierda el lugar donde está colocado este cartel.
A pocos metros del cartel anterior encontramos este otro que nos avisa que si continuamos hacia delante nos llevaría hacia el Torrecilla. Tampoco está del todo completo y le falta información. A la tablilla de arriba además de "Mirador Puerto Saucillo 5 km" debían haber añadido "al Peñón de los Enamorados 1 km".
Nuestro sendero gira aquí unos 45º en dirección noreste.
Hormathophylla spinosa
Abajo vemos la cañada por la que hemos subido.
La Sima de Enamorados 😮
Ya tenemos a la vista el Peñón de los Enamorados.
La fotillo de rigor 😎
Abandonamos el sendero y subimos por derecho.
Y ya estamos en la cima del Peñón de los Enamorados 💏 (1777 m).
Es una cima amesetada y hay que desplazarse por las cuatro esquinas para obtener diferentes panorámicas.
Vistas al sur hacia el macizo del Torrecilla
Vistas al norte
Al norte destaca la deforestada Sierra Hidalga y el pinsapar de las Ánimas.
Al noreste las Sierras de Alcaparaín, Cabrilla y Prieta.
Continuamos.
Enlazamos con el sendero PRA-351 Puerto Saucillo - Torrecilla.
Evitamos una curva del sendero para ir monte a través...
... y llegar a la cima del cerro de los Ventisqueros marcado en los mapas con 1774 m.
Bajamos por la otra cara del cerro para enlazar de nuevo con el sendero, pasando previamente por los restos de dos pozos de nieve.
Por aquí, en la zona de los Ventisqueros, existen al menos ocho pozos de nieves aunque menos conservados.
Continuamos por el sendero Puerto Saucillo - Torrecilla.
Pinsapar de la Cañada de Bellina.
Sierras de Alcaparaín, Cabrilla y Prieta.
Pasamos por el Puerto del Cuco y el camino se adentra en el pinsapar de la Cañada del Saucillo.
Todo el tramo del Pinsapar de la Cañada del Saucillo es en continua bajada.
En las inmediaciones del Puerto del Cuco abandonamos la Cañada del Puerto Saucillo y bajamos por la Cañada de Juanisco Huelva.
La fuente de Juanisco Huelva.
Leuzea conifera
Iris filifolia
Enlazamos con la Cañada de la Violeta, ya en el sendero Caucón - Peñón de los Enamorados que transcurre por la vertiente norte del Cerro del Picacho hasta llegar al punto de inicio de nuestra ruta.
A la derecha, al otro lado de la Cañada de los Zarzalones vemos el Pinsapar de los Lajares por el que subimos al comienzo de la ruta.
Y ya estamos en el Mirador del Caucón o Luis Ceballos.
Vista al este desde el mirador. Por la mañana con el sol de cara no se ve nada.
Mapa de la ruta:
Perfil de alturas:
Para ver en el blog todas las rutas por este entorno:
No se si mayor o menor que el de D. Luis Ceballos, pero para mi mujer y para mí que os merecéis un monumento, aunque sea una placa en un lugar emblemático, para mostrar el agradecimiento de muchos aficionados, que disfrutamos y nos dejamos guiar por vuestras rutas, de tan alto valor divulgativo.
ResponderEliminarEsta ruta la hicisteis en verano?, mucha calor?.
Muchas gracias Ana y Manuel.
Gracias por tus palabras Jesús Diego. La ruta la hicimos a comienzos del verano, pero en esas alturas el aire siempre es mas fresco.
Eliminar