Torcal y Canuto de la Utrera - Baños de la Hedionda - Rio Manilva

La Sierra de la Utrera, también conocida como Canchos de la Utrera o El Castillón,  es el conjunto kárstico mas meridional de europa. El macizo es atravesado por tres valles encajados y paralelos a la costa, denominados canutos. Estos canutos, de paredes verticales, constituyen la zona de nidificación de numerosas aves protegidas, entre ellas el águila perdicera y el alimoche. Este karst está flanqueado por el Este por el arroyo de Albarrán o río Manilva y al sur por el Canuto de la Utrera.

La Sierra de la Utrera también posee un importante patrimonio paleontológico, con un importante registro fósil que abarca desde el Jurásico hasta el Plioceno. Ha sido un importante paso del hombre de estas tierras, prácticamente desde los inicios de la Prehistoria. posee numerosas cuevas, entre la que podemos destacar la del Gran Duque, hábitat del hombre neolítico.

CARACTERÍSTICAS
Fecha	Enero 2014
Zona	Sierra de la Utrera (Málaga)
Cerca de	Manilva (Málaga)
Distancia	12 Km
Tiempo	6 horas (paradas incluidas)
Trazado	Circular
Comienzo	Carretera A-377
Finaliza	En el punto de inicio
Dificultad	Media
Desniveles	Altura mínima: 40 m.   -  Altura máxima: 320 m.
Track	Descargar aquí

El comienzo del sendero parte de la carretera A-377, en un carril que conduce al paraje de "Los Llanos".

Aquí comienza la ruta del Canuto de la Utrera, que finaliza en los Baños de la Hedionda y que solo es una parte de nuestro recorrido.

El paraje y la Casa de los Llanos y detrás el comienzo del Canuto de la Utrera.

Antes de adentrarnos en el canuto, tomamos un sendero a nuestra izquierda que pasa por una cantera y que asciende hacia el Torcal de la Utrera, el conjunto kárstico mas meridional de Europa.

Abajo a nuestra derecha queda el canuto por el que luego pasaremos.

Las primeras formaciones kársticas.

La subida acaba en una amplia meseta.

Y nos adentramos en ella para aproximarnos al karst.

A partir de aquí disfrutaremos de las múltiples formaciones del modelado kárstico.

Avanzamos hacia la vertiente oriental.

Los de siempre

Entramos en un estrecho callejón de paredes verticales.

Aquí suelen venir a practicar escalada.

Continuamos

Y llegamos a otro torcalito

El dromedario

Hacia el NE el torcal va desapareciendo y nos deja ver los Reales de Sierra Bermeja.

Vemos Sierra Crestelina. El pico de la izquierda se conoce como la Sierra de Casares y el de la derecha como el Cerro de las Chapas. También vemos la parte alta del pueblo de Casares.

Casares

Los Reales de Sierra Bermeja

Sierra Blanca y el pico de la Concha y mas lejana la Sierra de Mijas.

Damos un rodeo para pasar por esta curiosa formación de piedras que representa un sol. Detrás está la luna.

Y regresamos por donde hemos subido.

Continuamos por el carril que antes dejamos.

Nos adentramos en el Canuto de la Utrera, entre los farallones de la vertiente sur de la sierra.

Pasamos por unas instalaciones utilizadas en los años 70 para prospecciones petrolíferas.

Estratos

El canuto se va estrechando y comenzamos a caminar junto al cauce seco del arroyo. En épocas lluviosas no es recomendable hacer esta ruta.

Por aquí circula el agua cuando llueve mucho.

Por allí arriba y al otro lado hay una cantera de áridos que está destruyendo esta parte de la sierra a pasos agigantados.

En los trabajos de exploración subterránea llevados a cabo, se han catalogado 52 cavidades y 14 yacimientos arqueológicos que a pesar de los esfuerzos de los colectivos implicados en la zona, no se han tenido en cuenta. Y así cada día, el Karst de la Utrera va perdiendo sus entrañas bajo la incesante destrucción de su paisaje a cargo de las voladuras y extracciones de la cantera.

Llegamos al final (o comienzo) del sendero del Canuto de la Utrera. A partir de aquí continuaremos por el sendero de La Hedionda - Casares, que transcurre paralelo al río de Manilva.

Enlazamos ahora con el sendero Baños de la Hedionda - Casares.

Lo primero que vemos es el antiguo balneario de la Hedionda.

Muy cerca están los "Baños Sulfurosos de la Hedionda", inicialmente romano en su captación y adaptación al uso de la fuente y que aun hoy se sigue utilizando. Cuentan que en el año 61 a.C., ., las tropas romanas se encontrarían acampadas en aquella zona dispuestas a enfrentarse con las de Pompeyo y, encontrándose infectadas de sarna, hallarían alivio bañándose allí; aunque, según otros, el propio Julio César curó de una infección herpética y mandó construir los baños que hoy se conservan.

Posteriormente los árabes retocan su estructura y amplían sus muros y canalizaciones, sacadas a la luz en la última intervención arqueológica en los inicios del 90. El conjunto de los baños se completa con obras desde el XVII hasta fines del XX, aún conservadas en parte.

Una leyenda que reune los elementos mágico-creenciales típicos en tales casos, cuenta que el demonio que habitaba en esta agua exhaló el último suspiro al ser expulsado por Santiago, lo que confirió al agua su olor a azufre.

Sus aguas van a a parar al arroyo del Albarrán o río Manilva.

Muy cerca está situado el puente-acueducto de los Baños, construido en el siglo XVI y restaurado en el XVIII. Está relacionado con la acequia de riego y el paso de personas entre ambos márgenes.

También los restos de esta edificación donde, según me cuentan,  disponía de dos bañeras con agua  caliente de la Hedionda.

Continuamos el camino por esta calzada empedrada.

Donde había construida una pequeña presa.

Pasamos por la ruinas del molino de la Chica.

Como se puede ver, el molino dispondría de dos piedras.

Debido a la escasez de lluvias, esta parte del cauce del río permanece sin agua.

Pero observamos que a pocos metros fluye un pequeño caudal.

Y llega hasta esta poza. Posiblemente en algún lugar, quizás debajo de la roca,  actúa de sumidero.

El camino se corta en esta finca.

Rodeamos la finca por la derecha. Todo el camino está señalizado con pinturas en las piedras, algunas veces verde y blanca que corresponde a sendero local (SL), y otras en amarillo y blanco que corresponde a sendero de pequeño recorrido (PR).

Llegamos a un punto donde hay que vadear el río, pues el sendero cambia de margen.

Pedazo de eucalipto.

Aquí el río se encajona.

Y el sendero vuelve a pasar al otro lado ganado rápidamente altura.

Desde arriba podemos ver algunas pozas que en verano son muy frecuentadas.

Paramos en un bonito mirador donde aprovechamos para comer.

Abajo vemos la poza de la Paloma.

Al otro lado el torcal amesetado de la sierra de la Utrera, donde antes estuvimos.

Comenzamos a descender.

Pasamos por las inmediaciones del Molino del Cancón.

El sendero se convierte en una pista que continua hacia Casares. Nosotros la abandonamos y pasamos por este puente metálico.

Que conecta con otra pista que nos llevará hacia el Llano de Gaínos.

Conforme ganamos altura, vamos teniendo mejores vistas de Casares, Sierra Crestelina y los Reales de Sierra Bermeja.

Sierra Crestelina y Casares.

Casares

La Iglesia Parroquial de la Encarnación.

Abandonamos la pista para descender en dirección al Canuto del Barranco Chico. No esperábamos encontrar estas colmenas, asi que precaución al pasar por aquí. Si continuamos por la pista también llegaremos al mismo punto, ya que ambos caminos confluyen al final.

Subimos hacia el cerro mas cercano.

Llegamos al cerro, donde hay ubicada una descomunal torre de electricidad.

Desde aquí tenemos mejores vistas que si hubiéramos continuado por la pista.

Vemos desde Estepona a Marbella

Estepona

Y la vertiente occidental del torcal de la Sierra de la Utrera.

Debajo de los aerogeneradores vemos la carretera, hacia la que nos dirigimos por un camino a nuestra derecha y a través del Llano de los Gaínos.

El camino conecta con la pista que anteriormente abandonamos y que nos deja en la  carretera A-377.

Aquí tenemos dos opciones, continuar unos 900 metros por el arcén hasta el punto de inicio de nuestra ruta (cuidadín por aquí), o por el carril que cruza el parque eólico.

Mandrágora autumnalis

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