Clásica ruta de subida al Torrecilla desde Quejigales (SL-A 140) con ocasión de la segunda nevada de este otoño. Suponíamos que ya no quedaría tanta nieve después de dos días, pero hubo la suficiente para disfrutar.
CARACTERÍSTICAS DE LA RUTA
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Fecha | Diciembre 2016 |
Pueblos cercanos | Ronda (Málaga) |
Paraje, Parque... | Parque Natural Sierra de las Nieves (Málaga) |
Comienzo | Quejigales |
Final | En el punto de inicio |
Distancia aprox. | 15,2 km |
Tiempo | 7 h. (paradas incluidas) |
Desnivel - Alturas | Altura mínima: 1.285 m. (punto de inicio) - Altura máxima: 1.919 m. (Pico Torrecilla) - Desnivel: 634 m. |
Dificultad | Media (Alta con nieve) |
Trazado | Lineal |
Track | Descargar aquí |
El reventón de una rueda del coche nos hizo perder algo de tiempo y llegar al aparcamiento del área recreativa de Quejigales mas tarde de lo previsto.
Comenzamos junto al puente del arroyo Carboneras. Vamos a realizar el recorrido íntegro del SL-A 140 Quejigales - Torrecilla (SL-A: Sendero Local - Andaluz).
El primer tramo lo hacemos por un pinar de repoblación.
Dejamos el pinar y mas arriba vemos los primeros pinsapos.
Vamos ganando altura y detrás vemos Sierra Hidalga cubierta de nubes.
Entramos en el Pinsapar de la Cañada del Cuerno.
El pinsapo o abeto andaluz ha sido considerado desde su descubrimiento como la especie más antigua entre los abetos mediterráneos y como el más elegante. Es una reliquia viviente de los abetales primitivos que colonizaron nuestras latitudes.
Es un árbol que puede alcanzar los 30 metros de altura. Su tronco es recto y de aspecto columnar. Las hojas o acículas se disponen perpendiculares sobre las ramas y distribuidas helicoidalmente a lo largo de ellas en forma de cilindro. Las hojas pueden llegar a vivir hasta 15 años, siendo las más longevas entre todas las coníferas. Las ramas se unen al tronco de forma casi horizontal adquiriendo forma de cruz, por lo que se cortaron en épocas pasadas para su utilización en procesiones y actos religiosos.
En la actualidad, en toda Europa, únicamente crece de forma natural en tres pequeños núcleos de la Sierra de las Nieves, Sierra de Grazalema y Sierra Bermeja, así como en pequeñas masas de Sierra Canucha y Sierra Cabrilla.
La primera descripción del pinsapo fue realizada en 1838 por el conde Edmond Boissier en la Sierra de las Nieves, que describió con estas palabras su hallazgo: "Al fin soy lo bastante afortunado como para encontrar uno (pinsapo), cuyas ramas superiores están cargadas de piñas tiesas. Nos apresuramos a trepar para cogerlas, y ya no nos queda duda sobre el género de este árbol singular. Era ciertamente un Abies, vecino de nuestro abeto blanco. El principal objetivo de mi excursión estaba logrado..."
Actualmente la mayor parte de los pinsapares se encuentran protegidos por la ley 2/89, de 18 de julio de 1989, por la que se aprueba el inventario de los Espacios Naturales de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección. Como especie, el pinsapo se encuentra protegido por la ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres, por lo que se establece el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.
Aunque su tendencia a largo plazo es regresiva, como corresponde a una especie relicta, actualmente se encuentra en expansión, aunque el área que ocupa hoy en día es bastante menor que su área potencial, como consecuencia de la acción del hombre y otros impactos negativos. Dichos impactos se han reducido en los últimos años, a la vez que han aumentado las medidas de protección.
Las citas más antiguas del aprovechamiento de la madera del pinsapo data del siglo XVI. Están relacionadas con la construcción naval para la división interior en compartimentos de los buques de la armada que llevó a Felipe II hasta Inglaterra. Además se usó para la obtención de carbón, en la minería y en las actividades relacionadas con los pozos de nieve. Se utilizó para la fabricación de vigas en la construcción de edificios como la plaza de toros de Ronda y la Catedral de Málaga. También se utilizó esta madera para fabricar las traviesas del ferrocarril Algeciras-Bobadilla.
No solo hay grandes y viejos ejemplares de pinsapos. Por todas partes crecen nuevas generaciones.
La vida se abre camino.
El retoño. Vida y muerte juntas.
Dejamos atrás el Pinsapar de la Cañada del Cuerno.
El agua procedente del deshielo se congela con las bajas temperaturas nocturnas y convierten el sendero en una pista de patinaje.
Llegamos al Carril de los Pilones.
Y a pocos metros se encuentra el Puerto de los Pilones.
En cuestión de segundos se abre una ventana que deja ver el Torrecilla.
Girando al sur tenemos la Alcazaba en primer plano. A su izquierda se ve la silueta de Sierra Blanca con el cerro del Lastonar. Entre los dos asoma tímidamente el cerro Plaza de Armas. A la derecha se deja ver el mar y la zona de la costa de San Pedro de Alcántara.
Desde el Puerto de los Pilones continuamos por la Meseta de Quejigales.
Con el zoom nos acercamos a la cima del Torrecilla.
Por toda la meseta, desde el Puerto de los Pilones hasta el Pilar de Tolox, se encuentra un quejigal en plena solana.
Este es un quejigal centenario. El quejigo de alta montaña (Quercus faginea subsp. alpestris) es una especie única del Mediterráneo occidental. Es un árbol de tamaño medio, de tronco recto y copa redondeada poco densa.
Los quejigales, en líneas generales, se han deteriorado mucho. Su madera es muy resistente y muy buena para la combustión. Hace poco mas de medio siglo cesó al carboneo en esta zona. Estas actividades, sin ningún tipo de control medioambiental a lo largo de su historia, han llegado a ser una amenaza para su existencia.
El quejigo pierde las hojas cuando está preparado para que le salgan las nuevas y su fruto es una bellota, que madura en el mes de septiembre. Las agallas del quejigo son unas bolas marrones, resultado de la picadura de avispas que dejan sus puestas en los brotes jóvenes del árbol.
Llegamos al pozo de nieve o nevero de Tolox. Desde el siglo XVII y hasta principios del siglo XX abastecía de hielo y nieve a los núcleos urbanos de Málaga, Ronda y Sevilla. En primavera, tras las últimas nevadas cortaban la nieve con palas y la acarreaban hasta estos pozos. Se cubría con plantas del lugar y tierra apisonada y así era almacenada hasta el verano. En verano la nieve era transportada por la noche a lomos de bestias en capachos de 50 Kg y para evitar la descongelación era cubierta con "Tamo", una mezcla de polvo y paja menuda, a modo de aislante.
Abajo queda la Cañada de las Carnicerías, entre el cerro del Chaparral a la izquierda y el Cerro Estepilar a la derecha.
El mas cercano es Alozaina. Mas lejano vemos Pizarra. A la izquierda queda Zalea.
Otra ventana entre las nubes nos deja ver la silueta del pico Encinetas en Sierra Palmitera. Detrás asoma el Peñón de Gibraltar.
El cercano Cerro del Pilar y el Torrecilla.
Allí arriba está nuestro objetivo. No nos gustan las nubes que van llegando.
Llegamos a la vertiente sur del Cerro del Pilar.
A este lado del cerro se encuentra el Pilar de Tolox, Fuente del Pilar o Pilar de los Machos, que vemos a la derecha.
A escasos metros del Pilar de Tolox hay otro reconstruido recientemente sobre uno de los años 60.
Y algo mas abajo, también a escasos metros, hay un estanque creado por la Red de Voluntarios Medioambientales del PN Sierra de las Nieves para favorecer la vida anfibia, sobre todo de la salamandra y el tritón. Se alimenta del agua sobrante del nuevo pilar.
Bajo las paredes del cerro se encuentra el manantial que abastece a los dos pilares y al estanque, formado por una serie de tres filtraciones de agua próximas entre si. La Consejería arregló las antiguas canalizaciones, rotas u obstruidas.
A partir del Cerro del Pilar comienza la subida sin descanso hasta la cumbre del Torrecilla.
Lo que temíamos está ocurriendo. Entran nubes muy bajas que nos van a quitar toda visibilidad.
Alcanzamos la loma del Torrecilla.
Las nubes se desplazan rápidamente y un pequeño claro nos hace albergar alguna esperanza.
Pero duró muy poco. En dos minutos estábamos otra vez inmersos en otra nube.
Y llegamos a la cumbre.
Pico Torrecilla (1.919 m), la cota mas alta de las Sierra de las Nieves y para nosotros también la mas alta de la provincia de Málaga. Oficialmente es la Maroma, pero esta se encuentra casi en su totalidad, excepto el vértice geodésico, en la provincia de Granada.
Comenzó a soplar una fuerte ventisca que provocó una sensación térmica de varios grados bajo cero, hasta el punto que comenzaron a helarse nuestras manos a pesar de los guantes. Así que iniciamos el descenso lo mas rápido posible.
Regresamos por el mismo camino. Nuestra idea era bajar por la Cañada de las Ánimas a partir del Nevero de Tolox, pero la poca visibilidad y el tiempo que habíamos perdido por el reventón de la rueda del coche lo desaconsejaban porque nos pillaría la noche de cualquier modo.
Los mismos quejigos que vimos en la ida, pero con mas niebla.
De nuevo pasamos por el Puerto de los Pilones, pero con mucha menos visibilidad.
Y descendemos por la Cañada del Cuerno, la misma por la que subimos.
Nos pilló la noche llegando al área recreativa.
Nuestro recorrido dibujado sobre el mapa.
Perfil
Ese momento sin nubes allí arriba ya merece la subida. Gracias por contarnos las montañas amigos!!
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