El primer molino de viento fue ideado por Herón (20 al 62 d.C.) y servía para mover los fuelles de un órgano. Los persas, a partir del siglo VII, ya poseían molinos para riego y molienda. Estos molinos se difundieron por los países árabes y fueron llevados a Europa por los cruzados (otros opinan que fueron los mismo árabes). En el siglo XI ya existían en Inglatera y en el siglo XII en los Paises Bajos. En el siglo XII ya estaban difundidos por toda Europa. Primero fueron estructuras de madera y más tarde de ladrillos.
Los primeros molinos harineros de Vejer no funcionaban con viento sino con agua, destacando los que poseía el Duque de Medina Sidonia en la pedanía de Santa Lucía. La casa ducal poseía el monopolio exclusivo de esta actividad. Los primeros molinos de viento se construyeron en Vejer con la llegada del régimen liberal en el siglo XIX, tras la disolución de los señoríos y al declararse la libertad de establecimientos industriales. Los primeros en construirse imitaban al modelo manchego pero no soportaban los fuertes vientos de la zona y provocaban destrozos en su estructura. Entonces adoptaron el modelo de molino cartaginés, de cuerpo más robusto y más resistentes a las acometidas del viento.
En la actualidad Vejer conserva siete molinos harineros de viento. Tres de ellos. los mejor conservados, se encuentran en el recinto de las "las tres avemarías", que actualmente es el Parque Municipal Hazas de Suerte.
Comenzamos nuestro recorrido en el Parque Municipal, donde se encuentran los molinos de San José, San Francisco y San Antonio, restaurados por el Ayuntamiento de Vejer. Aquí también se encuentra ubicado el futuro Centro de Interpretación del Viento.
El molino más cercano a la entrada del parque situado en el centro de los tres es el Molino de San Francisco. Una de las dos visitas que hicimos (octubre y noviembre) coincidió con la Feria de Energía Renovable, que se celebró del 21 al 24 de Octubre y en la que pudimos ver a éste molino con sus velas.
El molino más cercano a la entrada del parque situado en el centro de los tres es el Molino de San Francisco. Una de las dos visitas que hicimos (octubre y noviembre) coincidió con la Feria de Energía Renovable, que se celebró del 21 al 24 de Octubre y en la que pudimos ver a éste molino con sus velas.
Molino de San Francisco
Fue construido entre 1860 y 1865, después del molino de San José, por Joaquín Gallardo Sánchez en un cercado de pasto o rodeo de una fanega de tierra que adquirió en 1860.
Es un molino de torre circular del tipo mediterráneo o cartagenero, adaptado al litoral de la Janda, ligeramente troncocónico con techo cónico de armadura recubierto por chapa de cinc. La edificación es de mampostería con fuertes muros en la base, de hasta 1´5 metros de anchura que va decreciendo en altura. Tiene una superficie de unos 30 metros cuadrados. Posee dos puertas y cuatro ventanas.
Este tipo de molino tiene dos plantas. En la planta inferior se encuentran zonas de almacén y sala de la harina y cocina o “cueva” debajo de la escalera. En la planta alta a la que se accede por una escalera de caracol se encuentra la sala de molturación con las dos piedras, la solera fija y la volandera, sobre la que se sitúa la tolva que deposita el trigo.Entre las piezas principales destacan la rueda catalina o del aire, movida por el eje y éste por las velas. La rueda catalina o del aire mueve a través de unos dientes la linterna a la que se sujeta la lavija, con el hierro en su extremo que hace girar la muela volandera. La cubierta de madera gira apoyada en el telar, con el fin de orientar las aspas al viento dominante.
El molino de San Francisco ha sido objeto de una completa restauración por el Excmo. Ayuntamiento y Junta de Andalucía. Se ha repuesto todas las piezas de la maquinaria antigua que se encontraban en mal estado. Está disponible para funcionar.
Una vez comprobada la intensidad del viento y su dirección, que se realiza por medio de unos ventanucos que rodean al molino en su parte superior, se procede a orientar las aspas girando la estructura cónica para situarlas de cara al viento. Esto se realizaba gracias al movimiento de rotación de la sección móvil del molino sobre la cilíndrica. El rabo, que sale de la cubierta del lado opuesto a las aspas, es la pieza que hace girar la cubierta. Una vez girado el rabo permanece atada a tierra al borriquete.
Este tipo de molino posee ocho aspas de las que penden cuatro velas que se despliegan a conveniencia de la fuerza del viento. Una vez situado de cara al viento se colocaban las aspas en forma de cruz latina para subir con mayor facilidad las lonas, que posteriormente se amarraban a los litones. Una vez dispuesto todo el entramado exterior, se procede a retirar las cadenas y a levantar el freno que interrumpe el movimiento de la rueda catalina ya en el interior del molino.
Molino de San José
Fue construido entre 1860 y 1865 por Joaquín Gallardo Sánchez. Su estructura es igual al del molino de San Francisco. Ha sido objeto de reparación exterior, posee la maquinaria antigua, aunque no esté en condiciones de moler sin una obra de reparación. La torre se encuentra en buen estado de conservación. Es de propiedad municipal y se puede visitar su interior.
El interior del molino de San José se puede visitar durante todo el año. En la planta baja se encuentran zonas de almacén y sala de harina y cocina o "cueva" debajo de la escalera. También podemos ver una gran variedad de utensilios relacionados con la recogida y molienda del trigo.
Aquí vemos el canalón que conduce la harina del piso superior hasta los costales situado en la planta baja.
En la planta superior a la que se accede por una escalera de caracol se encuentra la sala de molturación ó molienda.
El eje de las velas del molino hace girar la "rueda catalina o del aire" que mueve a través de unos dientes la linterna a la que se sujeta la "lavija", con el hierro que hace girar la muela volandera.
Hay dos piedras o muelas, la inferior ó solera fija y la superior ó volandera, sobre la que se sitúa la tolva que deposita el trigo por el cimbreo que le produce el contacto de las cuatro caras del eje de la linterna con la citola, un palo en forma de mano. El trigo de la tolva se desliza hacia las piedras moledoras, donde se tritura.
Las piedras eran traídas de la cantera del Berrueco, en Medina. Durante la molienda están cubiertas en todo su contorno por una estructura de esparto que se cierra en uno de sus lados por medio de seis anillos, tres en cada banda, unidos por un pequeño eje de madera. La finalidad de este "guardapolvos" era que toda la harina fuese al canalón que la conducía hasta los costales, situados en la planta baja. Podemos ver el orificio del canalón en el extremo inferior-izquierdo de la foto.
Aquí podemos ver el orificio del canalón y el aliviadero. El aliviadero es una palanca que regula la separación entre las dos piedras.
En el exterior del molino, durante la feria, pudimos ver algunas herramientas y utensilios destinados al sembrado y recogida del trigo.
Molino de San Antonio
Fue edificado poco antes que el molino de San Francisco por Joaquín Gallardo Sánchez en el mismo lugar que aquel y San José en un rodeo de tres aranzadas que adquirió en 1860 y donde edificó también el molino nombrado San Juan hoy desaparecido. Su descripción es igual al del molino de San Francisco.
Ha sido objeto de reparación exterior. No posee restos de la maquinaria antigua. La torre se encuentra en buen estado de conservación. Está situado junto al futuro Centro de Interpretación del Viento. Es de propiedad municipal.
Salimos del recinto de "las tres avemarías" o Parque Municipal Hazas de Suerte hacia la avenida de Buenavista y la carretera de los militares, para ver los cuatro molinos restantes ubicados en la cara Oeste de Vejer:
Molino de Morillo
Construido a mediados del siglo XIX. Su descripción es igual al del molino de San Francisco. Ha estado funcionando hasta mediados de los setenta del pasado siglo. Este molino posee maquinaria, cubierta, y aspas originales, si bien se encuentra en estado de abandono. La ausencia de utilidad particular o pública pueden poner en peligro su conservación futura, por lo que necesitaría el apoyo de las administraciones públicas. Es de propiedad privada. Carece de medidas específicas de protección.
Continuamos por la calle Miramundo y pronto llegamos al
Molino de Márquez
Está situado a unos 200 metros al norte del molino de Morillo. Fue edificado a mediados del S. XIX. Fue construido por el molinero cartagenero Francisco Conesa, en 1855, en unos terrenos baldíos “concedidos por el Ilustre Ayuntamiento de la villa”. En 1881, los herederos de Conesa, hermanos Francisco y Magdalena lo venden al molinero Francisco Guerrero Rubio.
Ha estado en funcionamiento hasta la década de los setenta del siglo pasado. Su estructura es igual al del molino de San Francisco.
Este molino fue objeto de restauración completa por su propietario en 1971-72. En aquella época se restauró la maquinaria con la reposición de piezas deterioradas y se restauró a fondo la cubierta que se cubrió con la chapa de cinc tradicional. Su conservación es aceptable, aunque la ausencia de utilidad particular o pública pueden poner en peligro su conservación futura, por lo que necesitaría el apoyo de las administraciones públicas. Es de propiedad privada. Carece de medidas específicas de protección.
Molino de Santa Inés o del Conde
Está situado unos 200 metros al norte del molino de Márquez. Fue edificado a principios del siglo XIX. La torre circular está labrada en sillería, a diferencia del resto de los molinos que son de mampostería. El resto de la estructura es idéntica al molino de San Francisco.
Es el primero de los molinos de viento edificados en Vejer que aún pervive. Fue mandado fabricar por el Duque de Medina Sidonia (Marqués de Villafranca) en los altos de Buenavista en terreno baldío municipal. Solicitó el acotamiento de un rodeo en el que edificó dos molinos a los que se accedía por una portada de piedra que aún subsiste, aunque arruinada. El molino de la derecha recibía el nombre de Santa Amalia (hoy desaparecido), el de la izquierda es el de Santa Inés. Durante veinte años, los años treinta y cuarenta del S.XIX, fueron sus arrendatarios los maestros molineros de Cartagena, Pedro y Francisco Conesa. Normalmente eran arrendamientos anuales prorrogables o por cuatro años. El administrador del Duque formaba inventario de útiles y enseres denominados “pie de hato” de los que respondían los arrendadores. El Duque se obligaba al pago de las piedras de molino y su traslado desde el Berrueco, además de las obras externas de la torre, puertas y ventanas. Los arrendadores, hermanos Conesa, se obligaban a la reparación y obras de la cubierta, aspas, berlingas, velas y cinteros, además de las picaderas, el cebo, aceite, cuerdas y demás gastos de la máquina. En 1882, consta que el apoderado del Duque tenía arrendado el molino de Santa Amalia a Manuel Infante, molinero de 35 años, por tres años al precio de una peseta diaria, pagaderas por trimestres vencidos.
Este molino que había estado abandonado hace más de cincuenta años ha sido rescatado por el Excmo. Ayuntamiento y, aunque carece de maquinaria original, ha sido techado con cubierta similar a la tradicional. Se ha reparado el rodeo del molino creándose una zona ajardinada de recreo. Es de propiedad municipal. Se encuentra protegido por las normas urbanísticas.
Desde el recinto del molino podemos disfrutar de una bonita panorámica de El Palmar, la torre de Castilnovo, el Cerro Patria, La Muela y Santa Lucía.
A unos metros del molino se encuentra el vértice geodésico y regente Vejer nº 107365
Desde el mirador situado en los molinos de agua de Santa Lucía también pueden verse los molinos de Morillo, Márquez y Santa Inés.
Molino de la Cruz de Conil
Está situado unos 200 metros al NE del molino de Santa Inés. Fue edificado en 1855 y construido por el molinero cartagenero Francisco Conesa, en 1855, en unos terrenos baldíos “concedidos por el Ilustre Ayuntamiento de la villa”. En 1881, los herederos de Conesa, hermanos Francisco y Magdalena lo venden al molinero Francisco Guerrero Rubio.
Molino de torre, ligeramente troncocónica, planta circular, que sigue el modelo adaptado del molino mediterráneo o cartagenero. Debió ser originalmente como el de San Francisco, hoy restaurado. Posee sólo la torre. Carece de cubierta y de maquinaria. Está situado en propiedad privada. Carece de medidas específicas de protección.
Desde el mirador de El Santo, donde obtuvimos con el zoom las fotos del molino de la Cruz de Conil, también tenemos una buena vista de Vejer.
Desde la Oficina de Turismo de Vejer situada en la Avenida de los Remedios también puede verse el molino de la Cruz de Conil.
Para ver en el blog todas las rutas por este entorno y montes cercanos:
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