Ruta en MTB por la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla, con el añadido de una circular rodeando el Cerro del hierro por el sendero del Rebollar y una visita a las Cascadas del Huéznar.
La Vía Verde de la sierra Norte aprovecha el trazado del tren minero que unía a la bifurcación de los Prados con las Minas del Cerro del Hierro. Este antiguo ramal, de unos 18 kilómetros de longitud se interna en el corazón de la Sierra Norte Sevillana hasta alcanzar el coto minero del Cerro del Hierro, declarado Monumento Natural de Andalucía.
Hasta la mitad de la vía Verde iremos acompañados del Rivera de Huéznar o Huesna, uno de los principales cursos de agua de la sierra Norte, en cuyas márgenes se desarrolla uno de los mejores bosques de ribera de la provincia de Sevilla, en cuyo tramo alto se encuentran las Cascadas del Huéznar, declaradas Monumento Natural de Andalucía.
Alisos, fresnos, sauces, olmos, adelfas, madreselvas y zarzaparrillas entre otras, serpentean en el fondo de los valles en busca de la tan preciada agua. Junto a estos bosques, pero ya mas alejados de la rivera, el monte mediterráneo alcanza su máximo esplendor. Aquí los reyes son la encina, el alcornoque, el quejigo y el roble, aunque podemos encontrar en las partes mas umbrías manchas de castaño, para su aprovechamiento madero, siendo sustituidos por olivares y huertas en el entorno de San Nicolás del Puerto.
La realización del trazado dejaron a la luz impresionantes cortes que muestran la historia geológica de la zona, pudiendo verse en el recorrido las señales dejadas por las olas del mar.
CARACTERÍSTICAS DE LA RUTA
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Fecha | Primavera de 2018 |
Pueblos cercanos | Cazalla de la Sierra, San Nicolás del Puerto (Sevilla) |
Paraje, Parque... | Parque Natural Sierra Norte de Sevilla |
Comienzo | Área Recreativa Isla Margarita (cercano a la Estación de Cazalla, Sevilla) |
Final | En el punto de inicio |
Distancia aprox. | 46 km |
Tiempo | Todo el que quieras |
Altura máxima, altura mínima, | Altura máxima: 740 m. Altura mínima: 420 m. |
Dificultad | Baja |
Trazado | Lineal y circular |
Track | Descargar aquí |
Desde la carretera A-455, cercana a la Estación de Cazalla, accedemos a la pista que nos llevará al inicio de nuestra ruta.
Este primer tramo de nuestro recorrido forma parte de la Cañada Real de la Rivera del Huéznar.
Si continuamos con el coche unos 600 metros llegamos a una zona habilitada como parking, a unos 200 metros del Área Recreativa Isla Margarita.
Sacamos las bicis del maletero y nos ponemos en marcha.
Dejamos a la izquierda el Área Recreativa Isla Margarita en la que entraremos luego a la vuelta.
Pedaleamos por la Cañada Real de la Rivera del Huéznar y paralelos al río del mismo nombre. A la derecha tenemos zonas adehesadas con encinas dispersas y donde crecen cultivos y pastos para el ganado.
La cañada da un giro a la izquierda.
Todo el recorrido está muy bien señalizado. Esta vía coincide con tramos del GR 48 y GR 48.1.
Estas balizas van marcando los kilómetros.
Puente sobre el Rivera del Huéznar.
Llegamos a la bifurcación de los Prados donde debemos seguir hacia delante.
A escasos metros de la bifurcación, en el km 4, entramos en el trazado del antiguo ferrocarril minero, hoy recuperado para su uso turístico y deportivo como Vía Verde.
Ahora tenemos a la derecha el río con su bosque de ribera. Son formaciones vegetales que ocupan las márgenes de los cursos de agua. Cuando el curso de agua es permanente, las especies de árboles y arbustos son de hoja caduca, dando un paisaje de bello colorido en el otoño antes de perder totalmente sus hojas. Por el contrario, en aquellos cursos de agua donde en la superficie desaparece ésta, las especies son de hoja perenne y coriácea.
La Rivera del Huéznar es de aguas permanentes. Aquí encontramos especies que dependen para su supervivencia de una gran humedad, marcando su dependencia respecto al cauce. Así, los alisos y sauces, mejores adaptados a las crecidas y avenidas, se localizan junto al cauce, y alejándonos del agua tenemos preferentemente los fresnos, los cuales requieren suelos frescos pero no continuamente encharcados. Junto a ellos los chopos blancos y negros, que se localizan en zonas no expuestas totalmente a la acción directa de las riadas, pero si condicionadas a la existencia de agua subterránea a poca profundidad. Por último, los olmos, especie que gusta de la humedad en el suelo, pero que aguantan bien los periodos de escasez del agua.
La Vía Verde la cruzan varias carreteras comarcales y pistas pero todos está bien señalizados, además de tener muy poco tráfico.
Puente actualmente reconstruido cuya misión era allanar el paso del tren.
Un cartel sobre el bosque mediterráneo, caracterizado por presentar una marcada estacionalidad, con veranos secos y calurosos, otoños y primaveras húmedos y templados, e inviernos fríos. Según los diferentes suelos que podemos encontrar, tendremos paisajes compuestos por especies adaptadas a estas condiciones, en las que predominan los árboles y arbustos de hoja esclerófila (hojas duras) y presentes todo el año (por ejemplo, la encina). En este Parque Natural, la arboleda presente está compuesta de encinas, alcornoques, quejigos y robles, estos últimos en las partes mas húmedas y umbrías. Junto a estos, diferentes matorrales, madroños en las zonas mas húmedas, que irán cambiando a coscojas, lentiscos y espinos en las zonas menos húmedas.
Pasamos por "Las Capas de Campoallá". Toda la región de la Sierra Norte de Sevilla estuvo bajo el mar hace millones de años. En la zona nororiental se encuentran varias rocas creadas principalmente por la fuerza del mar, que inundaba toda la zona hace 450 millones años. Se trata de rocas organizadas en un conjunto de bandas paralelas que alternan su composición: pizarras, areniscas y calizas, denominadas "Capas de Campoallá". Esta unidad sedimentaria es muy reconocible, sobre todo en los taludes de las carreteras y en los barrancos de ríos y arroyos.
En las "Capas de Campoallá" las pizarras provienen de la sedimentación de arcillas cuando ese antiguo mar tenía una profundidad considerable. Las areniscas proceden de los aportes desde la zona continental de arenas que fueron remodeladas por las olas en las antiguas playas. Las calizas se depositaron por la acción de microorganismos (cianobacterias) y otros antiguos animales (parecidos a las esponjas), cuando la altura del agua era somera y el antiguo mar estaba calmado y bien iluminado. La proporción relativa de cada tipo de roca varía de unos puntos a otros, de manera que en ocasiones está formada íntegramente por solo una de estas litologías, por dos de ellas o por las tres en proporciones variables.
Comenzamos a ver antiguas construcciones asociadas al ferrocarril donde vivía el personal adscrito a la empresa ferroviaria M.Z.A. (Madrid, a Zaragoza y a Alicante). En cada cruce de la antigua vía con los caminos principales, existían y todavía se conservan estas edificaciones que no eran otra cosa sino las casas de los operarios del ferrocarril encargados de señalizar el paso del tren para evitar accidentes y ejecutar labores de mantenimiento de un tramo de la vía.
La edificación del fondo es el Molino de los Nogales. A la vuelta pasaremos mas cerca.
Mas construcciones asociadas al ferrocarril.
Atravesamos este túnel de mas de 100 metros sin iluminación. Junto a la construcción anterior hay un desvío provisional que lo rodea, para quien no quiera pasar por el.
A un lado vemos una antigua noria cercana a la orilla del arroyo de los Parrales.
A la izquierda tenemos el pueblo de San Nicolás del Puerto. Pasaremos por el a la vuelta.
La veleta de la iglesia no puede ser mas apropiada.
Cruzamos la Vereda de las Moreras.
Continuamos por la Vía Verde dejando a un lado la bajada hacia el Nacimiento del Huéznar y que luego veremos a la vuelta.
Continuamos.
Ahora la vía transcurre paralela a la carretera SE-163.
Entramos en zona de dehesas.
El término dehesa, pastizal con arbolado, tiene probablemente sus orígenes sobre el año 900, y hasta 1830 ha sido un término jurídico que significaba "coto". Ya en el siglo XIX dehesa comienza a ser sinónimo de finca grande, tomándose además como unidades de producción agrícola y ganadera. Las dehesas de alcornoque son las mas modernas, dado que a partir de 1830 es cuando se empezó a explotar el corcho, realizándose las principales siembras de alcornoque a partir de 1850. El término de dehesa como lo entendemos actualmente es muy reciente, de principios del segundo cuarto del siglo pasado (1921).
En los últimos kilómetros de la Vía Verde comienzan a aparecer cada vez con mas frecuencia restos de la antigua actividad minera.
Tenemos a la izquierda el antiguo poblado minero del Cerro del Hierro.
El Poblado Minero del Cerro del Hierro, donde aun hoy viven algunos mineros jubilados que nacieron y trabajaron en la mina hasta su cierre, fue construido por la empresa escocesa William Baird Minimo Co. Ltd., entre finales del siglo XIX y principios del XX, para albergar tanto a los trabajadores como a sus familias. El poblado disponía de zonas comunes a todas las viviendas, los lavaderos y las letrinas, estas últimas disponían de un pozo que era vaciado cada cierto tiempo por el propio personal de la mina.
En la actualidad, únicamente se conservan las dos hileras de casas mas cercanas al lugar donde nos encontramos (plan parcelario 1974), apareciendo en ruinas solo parte de la tercera, dado que la ampliación de la explotación de la mina, en busca de nuevos filones de hierro, obligó a eliminar las casas que aparecen en el lado izquierdo de la fotografía, así el alcornocal que puede verse al fondo de la fotografía es en la actualidad un enorme agujero.
En 1929 el poblado minero llegó a tener mas población que el cercano pueblo de San Nicolás, este último con 1200 habitantes frente a los 1700 del poblado.
La antigua iglesia anglicana de estilo colonial del poblado del Cerro del Hierro.
Y llegamos al área recreativa y punto de información del Cerro del Hierro.
Esta ruta a pié la tenemos en el blog: Sendero del Cerro del Hierro (click encima).
Este será el sendero por el que transcurrirá ahora nuestro recorrido hasta rodear el Cerro del Hierro.
A la derecha tenemos el Centro de Interpretación del Cerro del Hierro.
Dejamos a la derecha el sendero del Cerro del Hierro y continuamos al frente hacia el sendero de el Rebollar y también último kilómetro de la Vía Verde.
Vemos las ruinas de las Casas de los Ingleses. De estilo colonial, fueron construidas en la misma fecha que el poblado minero, finales del siglo XIX y principios del XX, eran las dependencias de las familias de los ingenieros y capataces responsables de la explotación minera. A diferencia de las casas del poblado minero, estas construcciones disponían de aseos y lavabos independientes de las demás construcciones, e incluso de zonas ajardinadas. Para saber mas detalles visita nuestra ruta del Cerro del Hierro en este mismo blog.
Aquí acaba el sendero de la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla (km 18).
Continuamos a la derecha por el sendero de el Rebollar y decimos adiós a la comodidad del asfalto.
El primer tramo tiene una moderada pendiente. Es importante dejar las cancelas tal como la encontramos.
Consecuencias de las fuertes lluvias y la pendiente del terreno.
Llegamos al punto mas alto.
Descendemos
El comité de bienvenida.
La escolta.
Pasamos por el área de descanso La Cervunosa donde aprovechamos para comer.
Continuamos por la Vereda de Mojón Blanco.
En esta zona hay un gran rebollar que le da nombre a este sendero. El rebollo posee numerosos nombres vernáculos, siendo los mas utilizados los de roble, rebollo, melojo, marojo y roble negro. Se cree que el origen de este nombre proviene del posible "mal de ojo" que sufrían los dueños de las fincas donde hubiera una gran cantidad de este árbol, ya que tiene una bellota poco apreciada y su madera no es de muy buena calidad.
El rebollo florece en abril y mayo, fructificando desde finales de mayo a finales de septiembre y estando completamente maduras su bellotas en octubre o noviembre.
El rebollo, catalogado como especie de interés especial, ha sufrido desde siempre una fuerte presión humana. el interés tradicional de esta especie ha sido su leña para combustible, ya que es de buena calidad para este tipo de aprovechamiento; proporciona también un buen carbón. Su madera, por ser dura como la del resto de los robles, es bastante deformable y se hiende con facilidad ante los cambios de humedad, por lo que no se suele aprovechar.
Hasta finales del siglo XIX su madera se utilizó para la fabricación de ciertas partes de los buques. Los usos recientes mas remunerativos consistieron en el empleo en la fabricación de traviesas de ferrocarril y de tablillas de parquet. Es una especie muy unida a creencias religiosas y mágicas, por lo que es un árbol sagrado para muchos pueblos, siendo uno de los ejes principales de la cultura celta.
Las caleras se encuentran localizadas en determinados puntos obligados por su materia prima, las rocas calcáreas. Es una especie de horno en el que mediante un proceso de calcinación de la caliza, a unos 900º C, se obtenía la "cal viva", que tras añadirle agua (apagada) se obtiene la cal. Estas llevan parejas un oficio, el de calero, siendo normalmente pasado de padres a hijos.
Esta cal, según el tipo de piedra del que se hacía, bien servía para la construcción, denominada en muchos pueblos como "cal prieta", "caliza" o "tosca", bien para el blanqueo o encalado de las paredes, denominándola popularmente "toba" o "almendrilla".
Estructura de una calera en el Cerro del Hierro.
La materia prima la tenían muy cerca.
Ya vemos de nuevo el pueblo, lo que indica que estamos acabando la circular al Cerro del Hierro.
Entramos en el poblado.
La antiguas casas del poblado minero,de las que ya hablamos anteriormente.
Monumento al minero.
Salimos del poblado y conectamos de nuevo con la Vía Verde por la que ahora iremos en sentido contrario.
Antes de llegar al cruce de San Nicolás del Puerto bajamos por una estrecha calle situada a nuestra derecha para visitar el Nacimiento del Huéznar.
El nacimiento del río Huéznar, también llamado Huesna. Es un afluente del Guadalquivir que tiene una longitud de 65 km y un desnivel de 565 metros. Nace en las cercanías de la localidad de San Nicolás del Puerto y desemboca en el río Guadalquivir en las proximidades de Villanueva del Río y Minas. A lo largo de su curso pasa por Cazalla de la Sierra y El Pedroso. Unos 2 km corriente abajo a partir de San Nicolás del Puerto, forma el Monumento Natural Cascadas del Huéznar a la que también iremos.
En el nacimiento del Huéznar, el suelo es impermeable, pero gracias a una fractura en el terreno (falla vertical) ha hecho posible la salida del agua del acuífero hacia la superficie, provocando lo que se denomina una surgencia o fuente.
Regresamos a la Vía Verde.
A poca distancia abandonamos la Vía Verde para entrar en el pueblo.
Entramos en San Nicolás del Puerto. Los orígenes de la villa se remontan al tiempo de los celtas, quienes le pusieron el nombre de "Iporci". Su estratégica situación geográfica ha sido aprovechada por distintas culturas. La vía romana que unía Híspalis (Sevilla) con Augusta Emérita (Mérida) atravesaba San Nicolás, al que llamaban entonces "Fortuumade" o "Fortunales". Tras el paso de los visigodos, la explotación de las minas de plata por los árabes trajo la prosperidad a la zona. El rey Aznnar Benajaque tuvo que construir una gran fortaleza para la defensa de este territorio y de sus minas de plata, de la que quedan los restos de una torre. con la reconquista del rey Fernando III las propiedades pasaron a manos de los nobles. Desde el siglo XVIII y hasta el siglo XIX pertenecieron al Conde-Duque de Olivares.
Bajamos unos 800 m por la SE-7102 que pasa por el centro del pueblo.
En la salida del pueblo abandonamos la carretera para acercarnos al "Puente de Piedra". Los romanos dejaron su impronta en San Nicolás del Puerto, que hoy día se testimonia gracias a los importantes vestigios, siendo el mas importante los del "Puente de Piedra" sobre el río Galindón (aunque su apariencia actual se debe a modificaciones medievales).
Al otro lado del Puente de Piedra, tenemos la playa fluvial de San Nicolás del Puerto situada a orillas del río Galindón. Es una enorme piscina de más de 4.500 metros cúbicos de agua de manantial nacida a escasa distancia del lugar. En 1974 los vecinos consiguieron que se adosaran unas compuertas al puente romano que atraviesa el río y así formar una piscina estival para aliviar las cálidas temperaturas del verano. Desde entonces la playa de San Nicolás del Puerto no ha parado de mejorar, añadiendo mas hormigón, chiringuitos, sistema de seguridad de barandillas, césped artificial, servicios duchas, etc, como en cualquier otra playa. Aspira a obtener la bandera azul en 2019.
El nuevo sistema de retención del caudal, mediante compuertas automatizadas, permite una capacidad de almacenamiento y desagüe superior, lo que facilita las labores de limpieza.
El nuevo sistema de retención del caudal, mediante compuertas automatizadas, permite una capacidad de almacenamiento y desagüe superior, lo que facilita las labores de limpieza.
Las compuertas para poder embalsar las aguas que forman la playa.
Continuamos por la carretera SE-7101 durante 1,5 km hasta el Monumento Natural Cascadas del Huéznar (o del Huesna).
A la izquierda se llega a las cascadas y por la derecha al Martinete.
Lo primero que vemos es la Central Nuestra Señora del Carmen. La Sevillana, como así era conocida popularmente la fábrica de luz que existió en este tramo de la Rivera del Huéznar, constituyó un hito en los inicios de la industrialización de Andalucía. El abandono de su actividad, ha dejado en el paisaje diversas construcciones, que hoy en día son testimonio material de la producción de energía eléctrica del pasado.
Para ver la cascada principal hay que cruzar el río. La última riada dejó así el paso.
Las Cascadas del Huéznar son un conjunto de saltos de agua rodeadas de abundante vegetación de ribera. Fueron declaradas Monumento Natural en 2001.
Las cascadas constituyen un ejemplo de travertino de río, en los que las aguas ricas en carbonato de calcio van produciendo depósitos de este mineral que recubren las paredes y el final de la cascada, creando formas de toboganes y cortinas de roca.
Continuamos
Ahora pasamos por las ruinas del antiguo Molino del Martinete, situado junto a la Ribera del río Huéznar. El aprovechamiento del caudal ha ocasionado la instalación de elementos y la realización de actividades desde época muy antigua. Si bien, la percepción actual de su paisaje remite a procesos básicamente desarrollados desde la época andalusí, básicamente relacionados con la función harinera de numerosos molinos serranos y la actividad de minero-metalurgia del cobre y del hierro durante el periodo medieval, quedando reflejado desde textos de los principios de la repoblación castellana hasta el siglo XIX, como describe Madoz, hacia 1845 cuando se refiere a “dos martinetes de fundir y batir cobre”.
La Fuente del Martinete.
Salimos a la carretera SE-7101 por la que tendremos que pedalear durante 4,5 km. Se tarda muy poco porque vamos cuesta abajo gran parte del recorrido.
A la izquierda de la carretera tenemos el Molino de los Nogales, que antes vimos desde la Vía Verde.
La carretera se aproxima a la Vía Verde y ya vemos a la izquierda uno de los puentes por los que pasamos.
Abandonamos la carretera y nos incorporamos a la Vía Verde aproximadamente en el km 5 de dicha vía.
A escasa distancia del parking está el Área Recreativa Isla Margarita y entramos en ella para verla.
Regresamos a la Vía Verde y a 200 m. tenemos el parking.
Mapa de la ruta:
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